En Timbi, recientemente entrevistamos a Lina Kuratomi quien trabaja como Quality Assurance (QA) Engineer en tyba, plataforma tecnológica de ahorro e inversión que sirve al mercado colombiano. Lina cuenta con más de 8 años de experiencia en el sector de tecnologías de la información y ha trabajado para diversas compañías líderes dentro de diferentes sectores de la industria.
¿Podrías darnos un breve resumen de tu trayectoria profesional?
Empecé como QA en el 2012 en una casa de software colombiana. Fue un proyecto duro en donde me cuestioné si este rol realmente era lo mío dentro de la industria, entonces opté por tener una aventura como desarrolladora después de esa primera experiencia, en donde realmente extrañé ser QA. Por eso desde entonces me he mantenido en el rol de QA aplicando lo que aprendí como desarrolladora a las pruebas automatizadas, que siempre he tratado de integrar en los proyectos en los que he tenido la oportunidad de participar.
¿Por qué tyba? ¿Cómo llegas a tyba?
tyba nace de la propuesta de darle la oportunidad de invertir a personas a las que las entidades financieras normalmente no les dan esa opción, porque los montos de los que disponen para invertir son «pequeños» para estas entidades. A mí la propuesta me parece llamativa e interesante porque les abre nuevas opciones de ahorro e inversión a personas que en el sistema tradicional se puedan sentir limitadas. Llego a tyba en parte gracias a Timbi y en parte por recomendaciones de amigos que ya se habían unido al proyecto.
¿De qué se encarga una QA Engineer? Cuéntanos un poco acerca de tu rol como QA. (Explicación para los dummies en Tech).
Un QA Engineer debería encargarse de tender un puente entre el negocio y la parte más técnica del desarrollo. Estos son dos mundos que normalmente no hablan el mismo idioma y cuyas prioridades tienden a entrar constantemente en conflicto, entonces el rol de un QA es ayudar a que lo técnico cumpla con lo que el negocio necesita, sin que el negocio olvide que su éxito depende de la buena implementación técnica de sus ideas.
¿Cómo se dio tu paso al sector FinTech?
La verdad es que fue un accidente afortunado, porque aunque antes había contemplado la posibilidad de moverme a este sector esas posibilidades nunca se habían materializado.
"tyba nace de la propuesta de darle la oportunidad de invertir a personas a las que las entidades financieras normalmente no les dan esa opción, porque los montos de los que disponen para invertir son pequeños para estas entidades."
¿Qué opinas del ecosistema FinTech en Colombia?
Creo que ofrece posibilidades interesantes de crecimiento, no sólo para inversores de todo tipo, si no también para nosotros los colombianos como consumidores de productos finales. Creo que como sociedad todavía tenemos un gran sector que siente mucho apego por el efectivo y mucho temor a la tecnología, bien sea por desconocimiento o por los riesgos que ven asociados, pero también veo que el sector financiero en general está haciendo un esfuerzo por cambiar esto.
¿Cuál ha sido tu peor dolor de cabeza en Tyba? ¿Porqué? ¿Qué hiciste para solucionarlo?
Mi peor dolor de cabeza en tyba hasta ahora ha sido la percepción errada de algunos líderes de que la automatización de pruebas funciona de cualquier manera, porque este es uno de los errores más frecuentes que he visto en muchos proyectos debido a que hacer las cosas de cualquier manera acarrea sobrecostos y reprocesos en el largo plazo que pueden no ser evidentes desde el principio. Este no fue un dolor de cabeza personal si no compartido con todo el equipo de QA en tyba, y de esa misma manera lo solucionamos: unimos fuerzas para llevar el mensaje a nuestros líderes de la manera más concreta y efectiva posible, para cambiar la estrategia por la que el equipo siente que nos dará mejores frutos en el largo plazo. Esta solución sigue siendo un proyecto en curso, pero siempre es muy gratificante ver que el trabajo en equipo rinda frutos.
¿Qué opinas del rol de las mujeres dentro del sector STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por sus siglas en inglés)?
Creo que todavía tenemos mucho trabajo por delante en este aspecto. A título muy personal me parece muy curiosa la forma que han tenido diversas instituciones para abordar este problema, porque veo muchas iniciativas que otorgan todo tipo de incentivos a estudiantes en sus últimos años de bachillerato para que elijan carreras en STEM, cuando en ese momento ya los estudiantes vienen con todo un conjunto de habilidades y preferencias. Es decir, un estudiante en su último grado de bachillerato ya sabe si le gustan o no las matemáticas, y esto probablemente no cambie con incentivos. Yo creo que el problema con la baja proporción de mujeres que elige carreras en STEM viene de construcciones sociales y preconcepciones que nos afectan a todos desde la primera infancia: ¿a quiénes les dan los juguetes que evidencian el movimiento rectilíneo uniforme, que favorecen la formación lógico-matemática o los conceptos de distribución espacial? Creo que como sociedad ya hemos empezado a cambiar estas preconcepciones, y que en las siguientes generaciones empezaremos a recoger los frutos de este trabajo. Mientras tanto, creo que las líderes dentro del sector están dando ejemplo de inclusión, no sólo por los logros que han alcanzado, si no porque tienden a ser más conscientes de sus sesgos y a esforzarse más en elegir el mejor candidato para un cargo, independientemente de la forma que ese candidato tenga.
¿Cómo te ha ido en esta cuarentena trabajando en remoto? Teniendo en cuenta que ahora todo el equipo está trabajando bajo esta modalidad.
Ha sido un reto en formas inesperadas. La forma de trabajo en tyba nos permite ser un equipo distribuido, debido a que tenemos tybers en varios lugares del país. Sin embargo, de un momento a otro tuvimos una epidemia de «reunionitis» que tuvo que ser aplacada con una serie de recomendaciones y directrices, para ayudar a calmar ese pánico que sentían algunas personas por no estar teniendo conversaciones de manera presencial. Afortunadamente creo que ha sido una prueba superada, porque ya suficientemente difícil era para todos lidiar con el encierro y demás problemas asociados.